Eritrea es un país situado en el Cuerno de África, con una superficie de 121.000 km2. Es un país con una historia rica y una cultura única. Su capital, Asmara, es una ciudad moderna con edificios de estilo colonial italiano.
La población de Eritrea es de aproximadamente 6 millones de personas, con una mayoría de etnia tigrina. Otras etnias incluyen afar, sudanés, árabe y hibridos. El idioma oficial es el tigrinya, pero el árabe y el inglés también son hablados.
Eritrea es una tierra de contrastes. El clima varía desde el desierto del Mar Rojo hasta los montes de Eritrea, que alcanzan alturas de hasta 3.000 metros. Esta variedad de climas proporciona una gran cantidad de vegetación y fauna, que incluyen antílopes, monos, elefantes, leones, hipopótamos y muchas aves. La mayoría de los habitantes de Eritrea dependen de la agricultura para su subsistencia, y su economía se basa en la agricultura, la ganadería y la pesca.
Eritrea es un país con una cultura vibrante. La música, la danza y el arte son parte integral de la cultura eritrea. La música tradicional se toca con una variedad de instrumentos, incluyendo el krar (un instrumento de cuerda de origen etíope), el tambour (un tambor grande) y el masenqo (un instrumento de cuerda de origen sudanés). La danza tradicional eritrea es una mezcla de movimientos ágiles y expresivos que se bailan al ritmo de la música.
Eritrea es un país con una historia y cultura única, y una variedad de paisajes. Sus habitantes son amables y hospitalarios, y siempre están dispuestos a compartir su cultura con los visitantes.